Ayer por la mañana, integrantes del Movimiento Evita y empleados de la firma arrojaron huevos podridos y pollos muertos en la sede de la avícola en el centro de Pilar. Fue para denunciar la existencia de trabajo infantil y para reclamar por sueldos adeudados y despidos. La semana pasada, militantes y trabajadores fueron atacados por patotas.

Así quedó la sede de Nuestra Huella luego del escrache de ayer, con animales muertos y huevos podridos.

Ayer por la mañana, un grupo de militantes pertenecientes al Movimiento Evita de Pilar y trabajadores de la Granja Nuestra Huella hicieron un escrache en la puerta de las oficinas comerciales de esa avícola, acusada de explotación infantil, despidos de empleados y de adeudar haberes.
La medida consistió en arrojar pollos muertos, huevos podridos y excrementos de animales a la fachada de la oficina ubicada sobre la colectora 12 de octubre, a la altura del KM 55 de la Panamericana ramal Pilar.
La manifestación se gestó luego de que la semana pasada un grupo de trabajadores de una de las avícolas, Don Mariano, denunciara que habían sido atacados por “patotas enviadas por la dueña de la granja, Leticia Loaces”. (Ver Trabajadores de granjas avícolas denuncian golpes y amenazas).
Natalia López, una de las mujeres agredidas e integrante del Frente de Acción Social Ezequiel Ferreyra, manifestó que la situación “continúa con amenazas constantes” y denunció que las “patotas que agreden a los trabajadores son enviadas por la empresa y por el Sindicato de UATRE”.
“Desde el 2008, cuando se hizo la primera denuncia de trata de personas y trabajo infantil, UATRE se hizo presente en todos los predios amenazando de muerte a Oscar Taboada, que fue el primer denunciante. UATRE siempre estuvo desvinculada y no se preocupó por defender a los trabajadores”, señaló López en diálogo con Pilar de Todos.
Ayer, el escrache contó con la participación del Movimiento Evita desde donde, aseguraron, se acercaron a los trabajadores “para hacerles saber que no están solos en la lucha”.
Hasta el momento, los empleados de las granjas Nuestra Huella continúan con un bloqueo parcial de la producción ya que aún esperan el pago de haberes adeudados y la reincorporación de cinco personas que fueron despedidas por denunciar las irregularidades.

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