| ¿Dónde se firmó el Tratado del Pilar?
Por el genealogista Aldo Beliera para El Diario Resumen
Sobre el lugar donde fue firmado el “Tratado del Pilar”, debemos aclarar que no fue en el sitio que hoy ocupa la ciudad cabecera del partido, sino en las inmediaciones del Río Luján donde existió el primitivo pueblo conocido como “Pilar viejo”. Se ha dicho y se repite en forma frecuente, que este pacto se celebró en el interior de la Capilla; otros con más osadía agregan “donde a los pies de la Virgen del Pilar oraron los caudillos federales”.
Y no faltó quien exhibiera una fotografía de la plaza de Pilar, para relacionar el paseo como punto de referencia donde tuvo lugar el suceso, o mostrar una ventana de la actual parroquia y decir que la reja es de la capilla donde se firmó el tratado.
No hemos encontrado testimonio que pruebe estas afirmaciones y en los libros de la iglesia de esos días, nada se dice sobre la supuesta reunión de los gobernadores en el templo, o de que estos hayan participado en alguna misa u otra ceremonia religiosa.
Si bien el acta del acuerdo dice que fue firmado en “la Capilla de Pilar” no debemos suponer que su escenario fue el templo, ya que era costumbre citar el paraje por la referencia de su iglesia.
Días antes del encuentro y las deliberaciones con Sarratea, Francisco Ramírez había movilizado su ejército y acampado en el Pilar, muy cerca del río Luján. Precisamente un vado situado en este cauce, que tomó el nombre de “Paso de la Montonera”, guarda relación con el afincamiento de las tropas federales y era utilizado para pasar con sus caballadas y desplazarse a otros puntos de la campaña.
En el plano de 1820, se pueden ver en líneas punteadas los caminos de la época utilizados para cruzar el Río Luján. A la altura de la parroquia del Pilar se pueden observar dos senderos: uno se dirige a la Villa de Luján y el otro hacia Capilla del Señor.
Para ese entonces en el Pilar reinaba el caos, los habitantes estaban divididos y enfrentados por la separación del presbítero Pascual Alejandro de Rivas, a quien se lo acusaba de entorpecer la fábrica de la nueva iglesia. Este sacerdote era un aliado de Fray Francisco Castañeda, opositor de los federales.
El curato del Pilar estaba interinamente a cargo del teniente de cura fray Manuel Tomás de Echabarri y aún no había sido designado el nuevo párroco. En esos momentos los vecinos estaban abocados al traslado del pueblo viejo al sitio que ocupa la ciudad actual. Es sabido que una vez iniciados los gobiernos patrios, surgieron las dificultades. En el marco de la Guerra de la Independencia aparecieron diferencias locales y luego la guerra civil, el colosal desorden de la anarquía. Pilar, como otros pueblos, fue el azote de las montoneras, que resultaban peores que los malones de los indios. |
