Los dispuso el gobierno nacional, por lo que la Comuna debió levantar los puestos que tenía montado en varios puntos del distrito. Se habían entregado unas 79 mil. De a poco, el sistema online comienza a funcionar.

El gobierno nacional decidió que los municipios no formen parte de la entrega de tarjetas SUBE.

Sorpresivamente el gobierno nacional decidió que los municipios no formen parte de la entrega de tarjetas SUBE, por lo que la comuna de Pilar tuvo que retirar varios puestos que tenía a lo largo del distrito.
En rigor, por faltante de stock de plásticos la tramitación se había suspendido, pero al solicitar desde Pilar más tarjetas, la comunicación fue que los gobiernos locales no formaban más parte de los operativos.
“Nos tomó de sorpresa y no sabemos bien las razones; creemos que se quieren concentrar en lo que es la entrega vía internet, el primer cordón del conurbano y la ciudad de Buenos Aires”, señaló el titular de Transporte local, Carlos Chanteiro, en diálogo con Pilar de Todos.
Ahora, la tarjeta del Sistema Único de Boleto Electrónico solo se podrá gestionar a través de Internet y en las sucursales locales de diferentes empresas de correo privado como Andreani, OCA y Correo Argentino.
Al mismo tiempo, Chanteiro señaló que por parte de la Comuna se entregaron aproximadamente unas 79 mil tarjetas, pero aclaró que no se trata sólo de vecinos de Pilar, sino de comunas vecinas también.
El sitio en donde se puede tramitar la tarjeta online es http://www.transporte.gov.ar/content/sube-online/ y si bien al principio colapsaba, lentamente tendía a normalizarse el funcionamiento.
Allí los usuarios completan un formulario, y una vez que el trámite es aceptado (se da un número para que uno haga un seguimiento), la tarjeta es enviada al domicilio del solicitante.
A su vez, quienes prefieran hacer el trámite en persona y no esperar el envío si se hace por web (o quienes no tengan posibilidades de ingresar a internet), aún pueden realizar la gestión en los correos de Pilar (Andreani, Correo Argentino y OCA, en la sede de la SCIPA), en donde se registraban largas colas y mal humor de la gente.

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