El IAE recibió la visita del mejor cocinero del mundo

Ayer por la mañana, Ferran Adrià, considerado el máximo referente de la cocina vanguardista compartió una charla en la Escuela de Negocios. Explicó el modelo de organización creativa de su restaurante, El Bulli.

La Escuela de Negocios IAE organizó una charla junto al Chef Ferran Adrià.

Ayer por la mañana la Escuela de Negocios IAE organizó una charla junto al Chef Ferran Adrià, considerado el máximo referente de la cocina vanguardista del mundo.
Esta estrell de la gastronomía y los negocios, no sólo habló de cocina sino que explicó a los presentes el modelo de organización creativa de su restaurante El Bulli. Además, durante su charla explicó cómo vive la creatividad, la permanente innovación y su idea de compartir el talento vía internet.
Adrià es considerado el máximo referente de la cocina vanguardista. Su restaurante El Bulli ha sido calificado como el mejor del mundo en los años 2002, 2006, 2007, 2008 y 2009, y cuenta con “tres estrellas” Michelin, uno de los galardones más importantes del mundo de la restauración.
Ferran Adriá es mucho más que un chef. A lo largo de su carrera ha demostrado una incansable capacidad de creación e innovación no sólo desde el punto de vista gastronómico, sino en prácticamente todos los aspectos del negocio de la hostelería: desde la estructura de la carta a la operativa de los equipos, pasando por la sistematización del proceso creativo o la “puesta en escena” en el restaurante.
La actividad de Ferran Adriá está además estrechamente relacionada con otras disciplinas, como la ciencia, el pensamiento y el arte. La relación de Ferran Adriá y elBulli con el ámbito científico desde el punto de vista metodológico, de investigación y experimentación, le llevaron a ser el primer cocinero en obtener un Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Barcelona, a propuesta de la Facultad de Química, en 2007, y posteriormente por la Universidad Politécnica de Valencia en 2010.
Desde 2010 colabora como profesor invitado en la Universidad de Harvard, para acercar ciencia y cocina, utilizando la gastronomía para explicar principios fundamentales de física aplicada e ingeniería.

El Bulli
Luego de cerrar las puertas de su restaurante, en julio de este año, el chef puso fin a una etapa de 20 años de revolución gastronómica y encaró un gira por varias ciudades del mundo (Miami, Nueva York, Londres, Berlín y México, entre otras) auspiciado por Telefónica, que lo nombró como su “embajador”. Después, volverá al recóndito lugar de la Costa Brava, en Gerona, donde se encuentra El Bulli para concretar la transformación del restaurante en una fundación, con el objetivo de convertirla en un centro de creatividad a nivel mundial, algo así como un think tank culinario.
Para el desarrollo de la fundación contará con el apoyo de empresas e instituciones, pero además tiene previsto organizar cenas para empresas en El Bulli. Así, el restaurante volverá a funcionar cuando una compañía pague los 163 mil dólares que cuesta contratar el espacio para agasajar a clientes o proveedores.
Con todo, el modelo empresarial de El Bulli fue “caso de estudio” de prestigiosas escuelas de negocios, como Harvard Business School y la española Esade. Aunque Adrià siempre se preocupó por aclarar que no es un empresario. “En realidad, ni siquiera me gustan los negocios. Lo he hecho, simplemente, para ganar mi libertad creativa”, dijo en varias oportunidades.
La fórmula de financiación de El Bulli fue pionera, ya que el restaurante buscó ingresos a través de la consultoría, las alianzas con marcas, la edición de libros y las conferencias. Mientras estuvo en funcionamiento, El Bulli permanecía abierto sólo seis meses al año y el resto funcionaba como un laboratorio para elaborar el menú de la siguiente temporada. Se estima que por sus mesas pasaron cerca de 300.000 clientes –unos 100 por día– atendidos por un equipo de 50 personas.
En sus charlas, el cocinero catalán suele revelar algunas de las claves de la creatividad aplicada a los negocios. Por ejemplo, la importancia de oír y aprender de otras disciplinas (“a veces somos demasiado endogámicos y sólo oímos hablar de aquellos a lo que nos dedicamos”). Otros consejos del chef son tener tiempo para crear y preguntarse el por qué de todo, aprender lo máximo posible (“pero no se puede saber todo”) y tener humildad frente a la creatividad y a la innovación.
Hoy brindará en Capital Federal una charla magistral para unas 3500 personas en el Teatro Gran Rex.