Tras un robo, el centro de salud del Pinazo funciona a puertas cerradas

Dos hombres armados ingresaron el pasado lunes con escopetas y asaltaron a dos profesionales. Les robaron sus pertenencias y un auto. Sin seguridad y ante el miedo de un nuevo hecho, ahora los pacientes deben esperar afuera de la salita para ser atendidos.

El pasado lunes alrededor de las 13.30 horas, dos hombres ingresaron armados con escopetas Itacas al Centro de Atención Primaria (CAP) del barrio Pinazo de Del Viso y asaltaron a los profesionales que se encontraban en el lugar.
Una vez adentro encañonaron a un odontólogo y una enfermera, que se encontraban trabajando, mientras que les exigían sus pertenencias.
Les sustrajeron dinero, sus celulares y el auto al médico. Antes de irse, los ladrones los encerraron en la oficina de administración y escaparon en el vehículo, que aún no apareció.
Unos minutos más tarde el personal del centro de salud pudo salir de la oficina por una ventana y dar alerta a la policía que se acercó al lugar. Al momento del hecho no había pacientes en el lugar.

Miedo
Sin bien es la primera vez que se registra un robo de este tipo en ese centro de salud inaugurado hace unos 17 años, (que funciona de 7 a 18 horas en la intersección de Copello y Santa Cecilia); tras el episodio del pasado lunes los profesionales que se desempeñan allí expresaron que trabajan con “miedo”.
Muchos agradecen que el hecho ocurriera pasado el mediodía, cuando ya no circula gran cantidad de pacientes porque precisamente a partir de las 13 quedan pocos profesionales.
Es que por “precaución” la mayoría de los empleados del centro prefiere cumplir su jornada laboral durante las horas de la mañana y no por la tarde.
Antes del hecho, la salita no contaba con seguridad a diferencia de muchas otras ubicadas en diversos puntos del partido, y hasta ahora continúa de esa manera por lo que los mismos empleados del CAP del Pinazo ha decidido tomar medidas de seguridad por sus propios medios.
De esta manera, el centro continúa atendiendo a sus pacientes, cumpliendo con los turnos establecidos pero tras puertas cerradas. Es decir, que la puerta del centro permanece bajo llave, con la sala de espera vacía y los vecinos en la vereda.
Sin una respuesta de área de salud del municipio, los mismos profesionales decidieron seguir trabajando pero con sus “recaudos” hasta que desde la comuna le brinden una respuesta a su reclamo de seguridad.