Cierran una calle pública de un barrio de Pilar para frenar la ola de robos

Son de Mirasoles, ubicado a la altura del Km. 50 de Panamericana. Colocaron un portón con candado porque están “cansados” de los asaltos. Dicen que tienen autorización de la comuna para el cierre aunque hay otros vecinos que se quejan.

Vecinos del barrio Mirasoles de Pilar decidieron cerrar una calle pública debido al incremento de robos. (Foto Diario Regional)

Vecinos del barrio Mirasoles de Pilar, ubicado a la altura del Km 50 de la Panamericana, decidieron cerrar una calle pública debido al incremento de robos en viviendas que, dicen, sufren sus habitantes.
El cierre al tránsito es a la altura de la calle Chillán a metros de Chubut, que une Panamericana con la Ruta 25. Allí, hay un alto portón con candado que los vecinos colocaron.
La situación, que no es la primera vez que se produce en Pilar (Ver: Por la ola de robos, un barrio obstaculiza la circulación de autos), provocó el enojo de otros vecinos que dicen que con el cierre de la calle tienen que caminar más de 500 metros para poder tomar el colectivo.
La decisión de colocar el vallado fue tomada con el consentimiento de todos los habitantes de la zona, según comentaron a Pilar de Todos vecinos de Mirasoles, y hasta aseguran que cuentan con autorización de la Municipalidad de Pilar para mantener la calle cerrada, aunque no muestran ningún papel que los avale.
“Se hizo una consulta casa por casa, se levantaron firmas y se las elevamos a la Municipalidad, fue todo prolijo y hasta se sumaron a la iniciativa vecinos que viven en los barrios las Nazarenas y Santa María”, aducen desde Mirasoles.
En tanto, tras la queja de los habitantes que se vieron perjudicados por el cierre, señalan que ahora se evaluará la posibilidad de abrir una pequeña puerta para que puedan transitar.
Días atrás, Pilar de Todos recibió una extensa carta de lectores en la que los vecinos relataban la seguidilla de robos que sufren a diario (Ver Delitos en barrio del KM 50: “Pilar no escapa a la realidad sobre la inseguridad”).
“No le podemos echar la culpa a los vigiladores ni a la policía porque la vemos patrullar. El problema es que los ladrones esperan el momento indicado para cometer los atracos”, analizaron desde el barrio.