De la Rúa: “Pilar es una ciudad en permanente expansión y con enorme posibilidades”

El ex presidente, que visitó ayer al intendente, aseguró que el partido puede lograr un crecimiento racional si se tiene una estrategia. Como vecino pidió que se mejoren las vías de comunicación. Continúa ejerciendo la abogacía y está escribiendo sus memorias.

Durante la mañana de ayer el ex presidente de la Nación, Fernando De la Rúa, visitó al intendente Humberto Zúccaro.

Durante la mañana de ayer el ex presidente de la Nación, Fernando De la Rúa, visitó al intendente Humberto Zúccaro. “Vine a saludarlo y a traerle un planteo vecinal”, detalló el ex primer mandatario del país, quién en exclusiva dialogó con Diario X, en una entrevista en la que analizó la situación del partido, del actual gobierno nacional y su gestión como presidente.

“Amo a Pilar”

-¿Cómo ve al municipio?
-Pilar es una ciudad en permanente expansión y con enorme posibilidades. Tiene 350 km2, con desarrollos urbanos comunitarios, más conocidos como countries o barrios cerrados, con la característica de que en Pilar las cosas son más abiertas y al mismo tiempo se dan los lugares de encuentro que son los supermercados, además del comercio que crece y el desarrollo industrial. Es una ciudad donde se acompañan las nuevas inversiones con un desarrollo urbanístico fenomenal. Diría que lo importante, como está en la mente del intendente Zúccaro, es un plan estratégico para el desarrollo de Pilar, lo cual significa pensar a largo plazo las posibilidades y necesidades. Un plan estratégico supone el consenso de los vecinos, las instituciones, los partidos para que tengan consistencia en el tiempo. Así lo hizo Barcelona y lo hicimos nosotros en la ciudad de Buenos Aires cuando me tocó ser jefe de gobierno, así las cosas solas se van acomodando y logrando un crecimiento racional para el beneficio de todos.

-¿Qué cosas cree que le faltan a Pilar?
-No en tono de reclamo sino de ideas, de propuestas, hay que pedir la acción del Municipio y comprometer a los vecinos. Tiene que haber una acción conjunta y el vecino tiene que estar dispuesto a acompañar la acción del Municipio. Pilar lo que más necesita son mejores y más vías de comunicación. Hay zonas más desarrolladas, otras menos, algunas donde tiene que llegar todavía el gas, zonas donde tiene que llegar todavía la banda ancha de internet.
Veo un futuro sólido sobre un presente que es realmente muy positivo. Yo me radiqué en Pilar en 1982, hace más de 25 años, lo conozco, he visto el crecimiento. Tuve que organizar la instalación de postes para que llegara el teléfono, ahí está el sentido de contribución del propio vecino. La Municipalidad ha tenido una acción extraordinaria en la extensión de la iluminación que es fundamental en el crecimiento de una ciudad, para la seguridad también de la gente.

Gestión Cristina Fernández

-¿Cómo evalúa la gestión de la actual Presidente?
-Hay un clima favorable debido al aumento del consumo. Pero si lee lo que el propio gobierno está planteando vienen días de más preocupación porque hay una crisis en los países centrales y vivimos en un mundo globalizado lo que significa que estamos todos en la misma pieza de hospital donde está el virus, así que si no se han hecho reservas y ahorros eso se va a sentir.
De manera que hay preocupación, la economía es un poco artificial por los subsidios para  rebajar el desempleo, para las tarifas, para el transporte. Si esos recursos faltan la inflación crece. Estamos en un tiempo económico favorable, la cuestión es que se hayan tomado las medidas para estar bien después.

-¿Cómo ve las operaciones de prensa y las persecuciones que sufren otros mandatarios que lo sucedieron?
-Antes también. Carlos Menem lo vivió, en su tiempo Raúl Alfonsín que encontró su reindivicación el día de su fallecimiento, cuando la gente se volcó a reconocerle su virtud republicana y los servicios prestados al país. Carlos Menem, cuyos seguidores lo dejaron de lado y su gobierno fue enjuiciado por los mismos que lo habían acompañado y aprobado en las reformas que él planteó.
Los actuales gobernantes tienen medios que los protegen, los aceptan y los cuidan, y en otros casos son perseguidos. No es lo mismo que pasó conmigo. Yo era objeto de programas de descrédito, de ataques, de burlas a la autoridad presidencial en momentos de crisis. Eso deformó mucho las cosas, hasta el punto que muchos creen que la persona real es lo que hacía el imitador y no el propio protagonista. Hay que marcar un límite de  responsabilidad en los medios de comunicación.

Elecciones

-¿Qué les parecieron las últimas elecciones?
-Una jornada importante con un resultado contundente. Es mejor que sea así de claro porque cada uno sabe dónde está, cómo posicionarse y hay que felicitar a la presidenta y desearle lo mejor. El resto ha dado una gran batalla en esta elección atípica porque era para seleccionar candidatos que en realidad ya estaban elegidos así que no se elegía nada, era como una prueba de consulta.

-¿Qué piensa que puede pasar en la elecciones generales de octubre? ¿Se puede llegar a pensar en algún cambio?
-Esto es como una fotografía, si nada extraño ocurre, nada impensado, los resultados seguro que se repiten.

“Si hubiera continuado habría tenido éxito antes del año”

-¿Hizo una autocríticas de las medidas tomadas durante su gobierno?
- Por supuesto, pero lo que pasa es que todo estaba muy condicionado como en el mundo actual las cosas están condicionadas por las crisis financieras que se contagian en un mundo globalizado. Cuando yo recibí el país tenía un enfriamiento de la economía regional y la moneda sometida a la ley de convertibilidad.

-¿Fue un error haber continuado con el uno a uno?
-Primero, la gente absolutamente quería la continuación del uno a uno. Segundo, dejarlo provocaba una abrupta crisis inflacionaria que se dio cuando lo hizo Duhalde.

De modo que haberlo hecho hubiese provocado un espiral inflacionario terrible. Además, teníamos los commodities a precios muy bajos, la soja por el suelo totalmente despreciada, nada que ver con el valor de soja que le tocó al gobierno de Kirchner, con esos recursos pudieron solventar una cantidad de cosas y tener superávit pero en nuestro tiempo todos esos indicadores se daban en contra.
En mi tiempo la soja valía 150 dólares la tonelada y hoy vale 500. Además teníamos en contra y agresivamente al Fondo Monetario Internacional. A eso se le sumó la conspiración interna del duhaldismo para ser gobierno después de las elecciones de octubre. Compresiblemente ganó el justicialismo porque al caer la recaudación y no tener ayuda externa, al estar hostigados los créditos por las maniobras de las calificadoras de riesgo y los especuladores teníamos grandes problemas, así que no es que las medidas las tomara por capricho sino que las circunstancias creaban que las decisiones sean muy difíciles. Seis meses después de mi renuncia los signos cambiaron, la soja se valorizó, Argentina entró en el comercio internacional y la situación mejoró. Si no se daba esa situación en que los propios radicales me dijeron que era preferibles mi renuncia, hubiera continuado y tenido éxito antes del año.

-¿Cómo recuerda esos años al frente de la presidencia?
-Lo recuerdo como un tiempo de agitación y sacrificio permanente, un esfuerzo de todas las horas, horas quitadas al descanso de mi parte y de todos los ministros con una atención permanente porque vivíamos la angustia de la situación ante un país que queríamos ver crecer y desarrollarse ante el ahogo del endeudamiento externo, con los vencimientos de deudas que nosotros no habíamos creado. Ocupaba la escena la economía frente a otros desarrollos que estaban bien, como la enseñanza y la obra pública.

Su actualidad

-¿Qué actividades realiza actualmente?
-Ejerzo la abogacía bastante y estoy escribiendo mis memorias, recuerdos y reflexiones y, trabajo además en algunas causas pendientes de la persecución de la que fue objeto.

-¿En qué situaciones están esas causas?
-De una docena con las que me persiguieron están todas cerradas, salvo la del Senado, por alguna razón o por capricho, porque se ha demostrado absolutamente que es injusta la acusación de sospecha.  Fue por la ley laboral, que fue una verdadera maniobra política, yo lo he desmenuzado en mi libro demostrando lo falso de las acusaciones en su origen y en su desarrollo posterior.