Scelzi: "si hubiera sospechado de los García Belsunce, nunca los hubiera defendido"

El ex abogado de varios familiares de María Marta, José Licinio Scelzi, aseguró ayer que si hubiera tenido sospechas sobre algún miembro de la familia, nunca los hubiera defendido y él hubiera sido su acusador.

Sigue el jucio por el encubrimiento del asesinato de Maria Marta Garcia Belsunce.

José Licinio Scelzi, ex abogado de varios familiares de la asesinada María Marta García Belsunce, fue el testigo más relevante de una nueva jornada del juicio por el encubrimiento realizado ayer en San Isidro.
Su testimonio le sirvió para su estrategia a los defensores de los imputados, pero también a la fiscalía. Es que el abogado no pudo explicar, tal como surge de los registros telefónicos, quién lo llamó y por qué motivo aquel 27 de octubre de 2002 desde la casa del matrimonio Carrascosa, apenas 40 minutos después de que, según la versión de la familia, María Marta fuera encontrada en la bañera.
Scelzi estuvo a punto de ser traído ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de San Isidro por la fuerza pública porque se había anunciado que no asistiría porque le había surgido "un compromiso impostergable".
Pero tras una serie de llamados de Horacio García Belsunce (h) y de su abogado Adrián Murchio, el letrado llegó antes del mediodía.
El testimonio de Scelzi estuvo limitado por una cuestión legal, ya que muchos de los familiares que él defendió durante la instrucción -Carlos Carrascosa, Guillermo Bártoli y John Hurtig-, no estaban hoy presentes en la sala para relevarlo del secreto profesional, algo que sólo hizo García Belsunce (h), el único imputado que estuvo en la audiencia.
Con esas limitaciones, Scelzi dejó en claro que él se involucró en la causa, más que por una cuestión profesional, por la amistad que lo unía desde hace 18 años tanto a Horacio (h) como a María Marta García Belsunce, cuando lo invitaban a los programas de televisión y radio que ambos hermanos tenían.
"Yo le tenía mucho cariño a María Marta. Yo intervine en esta historia por el afán de saber quién mató a mi amiga", dijo el letrado.
"Si yo hubiera tenido alguna sospecha de que algunos de ustedes está involucrado, yo soy su primer acusador", recordó hoy Scelzi que les dijo a los Belsunce en su momento, dando a entender que son inocentes.
Scelzi comentó que recién se enteró de la muerte de María Marta al día siguiente, es decir, el lunes 28 de octubre de 2002, por la mañana, a raíz del llamado de un amigo a su casa y que de allí fue junto a su mujer al country Carmel para asistir al velatorio.

Llamado
Cuando le tocó interrogar a la fiscal Laura Zyseskind, el abogado admitió que desde la casa del matrimonio Carrascosa también lo habían llamado a su celular el domingo que ocurrió el hecho a las 19.40, es decir, sólo 40 minutos después de que el viudo supuestamente encontrara a María Marta en la bañera.
Scelzi dijo hoy que ese llamado no fue contestado porque él es "enemigo de los celulares" y no los atiende durante el fin de semana, y que lo único que recordaba es que alguien había dejado un mensaje y que por lo poco que recordaba podría haber sido el vecino e imputado en este juicio Sergio Binello u otro socio del Carmel para anunciarle la muerte accidental de María Marta.
El abogado aprovechó el tema para criticar la labor de los medios de comunicación en esta causa al recordar las especulaciones que se tejieron en torno a esta llamada y recordó una nota titulada "Una rara llamada".
Tanto el fiscal original del caso, Diego Molina Pico, como la fiscalía de este juicio sospechan que ese llamado a Scelzi producido a las 19.40 desde la casa en la que se cometió el homicidio, pudo haber sido hecho por alguien directamente ligado al crimen y con el fin de algún tipo de asesoramiento legal.
Scelzi recordó cómo fue el día que se enteró por un llamado a Horacio que la autopsia de María Marta determinó que no había muerto en un accidente, sino en lo que el propio abogado calificó hoy como "un atroz asesinato".
"Siento como un gemido y era Horacio que estaba en un llanto y me dice: ´La mataron, Pepito, la mataron de cinco balazos`", dijo el abogado para luego contar que fue hasta la casa de Horacio y lo encontró "derrumbado, con un vaso de whisky en la mano".
Scelzi dijo que allí se comprometió con su amigo en brindarle todo su apoyo "para saber qué pasó y quién mató a María Marta".
En ese contexto, dijo que colaboraron en todo con lo que pudieron acercándole datos y testigos al fiscal Diego Molina Pico, a quien intentó criticar pero fue interrumpido por el tribunal.

Más testigos
Las otras dos testigos de la jornada fueron dos amigas de los García Belsunce que fueron propuestas por la defensa de Horacio para hablar del dolor que vivió el ahora imputado al momento de enterarse de la muerte de su hermana.
La primera fue Susana Cepeda Kennedy, quien fue la persona que llevó a Horacio y a su esposa hasta El Carmel aquella noche del 27 de octubre de 2002, y la otra fue Leticia García, quien vivía en el country y era amiga de María Marta.
Además de describir el dolor que notó en toda la familia, García recordó también que durante el velatorio estuvo acostada junto al cuerpo de María Marta acariciándola y que allí notó que tenía "un moretón en la frente", pero a preguntas de los defensores también aclaró que nadie le impidió estar cerca del cadáver.