Metieron dos goles después de los 90' y el partido terminó a las piñas

El juez agregó 6 minutos, pero se jugaron 10. Pilar FC lo dio vuelta y todo terminó en un escándalo.

El delantero de Pilar F.C. avanza, pone el 3 a 2 y desata el escándalo (Gentileza el Diario Regional de Pilar).

La violencia opacó otra vez una jornada de la Liga Escobarense de Fútbol. Ocurrió el sábado,  en el recuperado de la 12ª fecha, cuando Pilar FC venció 3-2 a Deportivo Villa Rosa en un final bochornoso que desató una serie de incidentes repudiables, según publicó el diario regional de Pilar.
Luego de un primer tiempo discreto y sin situaciones de riesgo, el Rojinegro se despertó en el complemento y se puso 2-0 con goles de Maximiliano Domínguez y Joel Murguía. El primero llegó a través de un excelente tiro libre del delantero y el segundo tuvo la misma tónica, pero Murguía desvió el remate de cabeza.
Más tarde, Matías Barzaghi descontó de taco para Pilar FC y le puso suspenso al partido. Promediando la media hora de la segunda parte, el partido ya mostraba signos de exceso nerviosismo y se respiraba un ambiente tenso.
El árbitro Damián Gastó adicionó 6 minutos y los pilarenses consiguieron el empate en los últimos segundos del tiempo agregado, por intermedio de Mariano Losa. En medio de los reclamos, fue expulsado Alejandro Blanco. El referí entendió que el jugador demoró en salir y se jugaron otros 3 minutos, en los que Pilar FC consiguió el tanto del triunfo.
Con el tercer gol de Pilar FC se desató una serie de incidentes lamentables que incluyó ataques a los jugares y agresiones al equipo periodístico que cubrió el encuentro. Apenas consumado el 3-2, un grupo de hinchas de Villa Rosa irrumpió en el sector de la tribuna donde estaban el técnico visitante, Favio Orsi, y el jugador Damián Coria. Éste intercambió algunos golpes con un simpatizante local y la gresca se trasladó al campo de juego. Hubo empujones y agresiones, hasta que el personal policial puso paños fríos.
Las corridas se reanudaron cuando un puñado de hinchas rompió la puerta del vestuario visitante y las discusiones siguieron en la calle, cuando otro grupo de simpatizantes locales intentaba calmar los ánimos. Finalmente, el partido se dio por terminado y se cerró así otra jornada bochornosa de la categoría.