Zúccaro a los opositores: “No se van a olvidar de la paliza que van a recibir en octubre”

Atacó con fiereza a los ediles que “le tocaron la cola” a los trabajadores municipales, luego de que solicitaran un pedido de informe para conocer datos de empleados sospechados de “ñoquis”. El felipista Trindade, preferido del jefe comunal a la hora de lanzar los dardos.

	Zúccaro eligió ayer un acto de efectivización de personal comunal para defender a los trabajadores, y atacar a los que pidieron la información.

El intendente Humberto Zúccaro volvió a encender el clima de campaña, y esta vez apuntó directamente a un grupo de opositores que puso en tela de juicio a un puñado de trabajadores comunales.
Los ediles Marcela Campagnoli, de la Coalición Cívica, Gustavo Trindade, Sixto De Santo (felipismo), y Noemí Barrio (del PJ), presentaron días atrás un pedido de informe en donde solicitan destino y funciones de unos 10 empleados, entre becarios y de planta transitoria.
Zúccaro eligió ayer un acto de efectivización de personal comunal para defender a los trabajadores, y atacar a los que pidieron la información.
“A los que agreden no son capaces de mirarnos a la cara y decirnos algo, sólo lo hacen mediáticamente. Los que tiran la primera piedra y hablan se tiene que acordar y dar el ejemplo”, comenzó a tomar calor Zúccaro en el acto de ayer.
Y uno de los preferidos de los dardos fue Trindade, al que Zúccaro dedicó parte de su encendido discurso, aunque sin nombrarlo.
“Había Directores (por el paso de Trindade por Relaciones con la Comunidad) al que había que pedirle audiencias y tenía empleados a los que obligaba a cebarles mate. Eso no es de peronista, y tampoco es de peronista ser buchón. Ya me han colmado la paciencia y les digo que para octubre la gente ya ha decidido y no se van a olvidar nunca de la paliza histórica que van a recibir. Porque no se perdona meterse con empleados o con una persona que sufre una enfermedad como el cáncer, preguntando en dónde trabaja. A mí me tienen que pegar, porque yo pongo el pecho, pero a los trabajadores no se les toca la cola”, bramó con fuerza Zúccaro, mientras se le enrojecía el rostro, con el puño apretado y una maraña de venas le latía con fuerza en el cuello y la sien.
“A todos los empleados les digo que voy a seguir poniendo el pecho, lo hago desde diciembre de 2003, y la paliza que en octubre se va a comer va a ser histórica; no se van a olvidar más en su vida de haberle tocado la cola a la gente que va a trabajar”, finalizó Zúccaro, mientras el público se levantaba de sus sillas y aplaudía con fuerza.