Carta de Lectores

En respuesta a los “exabruptos” del discurso del Intendente Humberto Zúccaro

Sr Director:

Nos está pasando en estos días que gran parte de la dirigencia argentina, lejos de buscar aquellas cosas que nos unen, insisten en generar falsas antinomias, divisiones, partiendo de prejuicios o preconceptos que nada tienen que ver con los verdaderos sentimientos del pueblo.
La dirigencia política parece haber olvidado un pasado reciente en que la violencia, la intemperancia, la prepotencia y el autoritarismo eran moneda corriente. Un baño de sangre tiñó a nuestra querida República Argentina. Eran tiempos en que los profetas del odio pretendían imponer su modelo destructivo a un pueblo caracterizado por su hidalguía, honestidad y solidaridad. Los argentinos de buena voluntad no queremos volver a esos tiempos de confrontación sin diálogo, donde lo irracional prevalece sobre lo racional y la exclusión sobre la inclusión. Hemos sepultado para siempre aquellos tiempos en que el odio, el egoísmo y el resentimiento lograban imponerse sobre el amor, la entrega y el perdón. La sensación es que quieren empujarnos a ese abismo.
Soy pilarense y he leído declaraciones de nuestro intendente que me han dejado muy preocupado, espero hayan sido solo fruto de algún arrebato pasional que afecto su entendimiento, de no ser así merecerá retractación.
Ha dicho el Dr. Zuccaro, refiriéndose a un candidato a intendente, que “junta gente de countries que no conocen Pilar” también, previamente y en otra parte de su encendida arenga “que le peguen para eso es político”.
En cuanto a la primera frase, netamente distriminatoria y prejuiciosa, debo decirle que vivo junto a mi esposa y cinco hijos en un emprendimiento privado, no tuvimos alternativa ya que junto a mi esposa e hijos con edades entre los seis y trece años fuimos víctimas de varios hechos delictivos, en el último, uno de los cacos introdujo el caño de su arma de puño en mi boca y amenazó con disparar si no le entregaba dinero. Es la ausencia del Estado, en materia de seguridad, quien nos obligó a buscar la alternativa del “Barrio cerrado”, en mi caso, como tantos otros, no fue un hecho deseado, y de haberlo sido, tampoco se justifica semejante exabrupto.
Le recuerdo que todos somos pilarenses, pagamos nuestros impuestos, nos levantamos todos los días para ganarnos la vida como Dios manda “trabajando”, estudiamos y también hacemos nuestro aporte solidario a la comunidad, sin alardes ni actos publicitarios, en forma silenciosa y de nuestro bolsillo, a través de la comunidades religiosas u otras entidades intermedias que pertenecemos. Conocemos perfectamente las necesidades insatisfechas de los pilarenses, por nuestras variadas actividades recorremos Pilar todos los días, no vivimos en una caja de cristal, vivimos “la ausencia del Estado” al igual que todos, debimos recurrir a la seguridad privada, a la medicina privada, a la educación privada, gracias a un Estado que se desentiende de todo y nos deja a la buena de Dios, para eso debemos cumplir jornadas de 12 y 14 horas de trabajo, sacrificar horas de descanso y no compartir con nuestra familia. Que lejos está Sr. intendente de aquel slogan que lo llevó a la intendencia por ocho años, “UN PILAR PARA TODOS”.
También debo señalarle que político no es quien está para que le peguen, el político es otra cosa, está para construir, de acuerdo a la concepción aristotélica-tomista, político es el hacedor del “Bien Común” el “arquitecto” del “Bien Común” que no es el bien de una persona o varias, es el de todos. Un verdadero político nunca antepone sus intereses personales, de partido, sectoriales o facciosos a los intereses del conjunto, debe ser una persona “prudente”, con “templanza” y “fortaleza” es decir un virtuoso, un arquetipo o modelo a seguir, con sentido de trascendencia, como tantos hombres que supieron forjar nuestra nacionalidad.
El verdadero político impone su autoridad desde la excelencia y su ejemplo, nunca desde la prepotencia, no es demagogo y se dirige al pueblo con la verdad, el pueblo le cree y es allí donde radica su fuerza.
Para terminar, Sr. Intendente, como bien ha sostenido en otro párrafo, con la salud no se juega, y en este sentido le recuerdo, siguiendo su opinión sobre “la gente de los countries y su desconocimiento de la realidad de Pilar” que su Secretario de Salud, a quien conozco, es una excelente persona y vive en un “Barrio Cerrado”.

Dr. Gabriel H. López
DNI: 12.342.761