Carta de Lectores
Quejas de ex alumnos contra el Instituto Parroquial
Hoy somos testigos de ver como lo que alguna vez fue nuestro segundo hogar ahora se esté convirtiendo en una EMPRESA. Esto es lo que le está pasando a nuestro QUERIDO COLEGIO el Instituto Parroquial Nuestra Sra. Del Pilar.
Crecimos y nos educamos en este colegio que nos enseñó no sólo de números, historia y de letras, sino que también nos enseñó de la vida, de los valores y sobre todo a ser personas libres e independientes, con capacidad suficiente para salir al mundo. Soñamos muchas veces que nuestros futuros hijos sean educados de la misma manera que lo fuimos nosotros, por eso siempre dijimos que el día de mañana, el colegio Parroquial sería el lugar indicado para hacerlo, por lo que para nosotros significa ese “edificio”. Es una pena que hoy ya no podamos decir ni pensar lo mismo, sino todo lo contrario. Ya perdimos ese entusiasmo, porque las cosas empezaron a cambiar en este último tiempo, sobre todo este año.
El colegio que las FAMILIAS PILARENSES eligieron durante años para sus hijos, caracterizado por tener una educación superior a la de muchos colegios a los que sólo la “alta sociedad” puede acceder y por su calidad humana, hoy empieza a dejar su esencia en la memoria de quienes fuimos testigos de esa excelencia.
Es una lástima y nos da tristeza tener que referirnos ya no a un colegio, sino a una EMPRESA, porque no es ni más ni menos lo que le está sucediendo al famoso “Parroquial”. Y esto nos atrevemos a decirlo y a justificarlo con ejemplos de lo que HOY ESTÁ PASANDO.
Una cuota que aumentó el 43% (sin previo aviso) y que se justifica con cámaras de seguridad externas e internas para controlar a los alumnos, censores de control para los docentes con el objetivo de tenerlos “controlados” y de esta manera evitar las ausencias, un 0800 para averiguar deudas en la cuota, notas digitalizadas “para que los padres sepan todos los sábados las notas de sus hijos”, tarjetas magnéticas para que “toda la familia pueda empezar a disfrutar los fin de semanas en los campos de deportes de todos los colegios de la Diócesis”, entre otras cuestiones que no hacen a las necesidades urgentes que el colegio precisa que se resuelvan, como papel higiénico en los baños, puertas de baños que se cierren, bancos en buen estado, calefacción adecuada, entre otras cuestiones básicas.
Se justifica también con un aumento a los docentes que no existió, con que ahora los mismos cobrarán en fecha y todos los meses, situación que siempre se dio en los años anteriores.
Sumado a esto, esta nueva empresa habla de un compromiso ahora si con la Pastoral, como si en los años anteriores, quien hizo que el colegio sea lo que fue, el Padre José Ramón, no hubiera tenido compromiso con la misma, situación que somos capaces de desmentir.
Profesores de toda la vida del colegio presentando renuncia, mal estar y desconcierto en el interior del colegio, padres indignados porque ya no son capaces de decidir por el futuro de sus hijos, aumentos no autorizados, llamadas por micrófono a los alumnos en su primer día de clase que no estaban al día con la cuota, esa es la situación que el colegio Parroquial atraviesa hoy.
Son las familias de PILAR, las familias de clase media que se sacrifican por una buena educación para sus hijos, las que hacen que el colegio tenga ese condimento humanitario del que siempre se caracterizó. Y ¿qué se logra con todo lo que está pasando ahora? Que ya no sean más las familias que siempre integraron este colegio los que formen parte del mismo.
No con esto queremos discriminar, ni pretender que sea un colegio exclusivo de una determinada clase social, sino al contrario, buscamos la integración en el, pero no es eso lo que vemos que está pasando. Observamos que se está convirtiendo en un colegio si exclusivo para una parte de la sociedad y no que queremos que esto suceda.
Nos entristece y decepciona ver en lo que nuestro querido colegio, al que defendimos y defendemos siempre, y al que soñamos alguna vez poder mandar a nuestros hijos, se esté transformando en esto. Y nos unimos todos bajo una misma misión: LUCHAR PARA QUE EL INSTITUTO PARROQUIAL SEA LO QUE SIEMPRE FUE.
Ex alumnos.
exalumnosparroquial@gmail.com |
