Homenaje a las hermanas desaparecidas Abadía Crespo: “Todavía hay una madre que llora a sus dos hijas”

Ana Bringas, amiga de Felicidad y Dominga, relató sus recuerdos sobre el secuestro y desaparición de las mujeres, en noviembre de 1977. Contó cómo fue la noche que se las llevaron y los intentos de reencontrarlas. Habló del dolor de una madre y agradeció el reconocimiento.

Felicidad y Dominga Abadía Crespo, dos mujeres secuestradas y desaparecidas durante la última dictadura militar en la Argentina.

Ana Bringas es amiga de las hermanas Felicidad y Dominga Abadía Crespo, dos mujeres secuestradas y desaparecidas durante la última dictadura militar en la Argentina y a quienes ayer, la comuna les ofreció un reconocimiento a sus memorias al cumplirse 35 años de ese trágico episodio.
Ana estuvo presente en el homenaje en el que colocaron el nombre de Dominga y Felicidad a dos calles del barrio Los Cachorros (Ver aparte) y en diálogo con el programa Diario X de Fm 100.3 relató sus recuerdos sobre aquel 2 de noviembre de 1977, fecha en la que las hermanas fueron secuestradas en la localidad de Del Viso.
“Mi mamá tenía un negocio, y ellas y su familia venían siempre. Hablábamos y estábamos al tanto de los problemas laborales que tenían por lo que estaban pidiendo reivindicaciones hasta el día de la desaparición”, contó Bringas.
Ambas mujeres trabajaban en la empresa de cerámicas Lozadur de Villa Adelina y la noche del 2 de noviembre, junto con ellas, desaparecieron otros 5 trabajadores de esa empresa más 4 de la firma Cattaneo.
“Yo me enteré al día siguiente de que las habían secuestrado. Los vecinos contaban que los militares habían rodeado la manzana y se habían llevado a las dos hermanas y ante el desconcierto, fuimos a ver a Alejandro Lanusse, que vivía acá cerca”, relató Bringas.
Pero el ex presidente de facto no los ayudó en la búsqueda de las hermanas Abadía Crespo. “Nos recibió, nos dijo que no estaba de acuerdo con lo que estaba pasando en el país pero que no podía hacer nada al respecto”, recordó la mujer.
A partir de ahí, el camino de la búsqueda llevó al padre de Dominga y Felicidad, Rosendo Abadía, a presentarse ante fueros nacionales e internacionales. De hecho, contó Bringas, el caso de las hermanas Abadía Crespo, una de las cuales era ciudadana española, forma parte de la investigación que llevó adelante el juez español Baltasar Garzón por la desaparición de ciudadanos españoles durante la dictadura argentina.

El dolor de una madre
Con sentimientos encontrados, de alegría por el homenaje y el recuerdo pero también de tristeza, Ana Bringas recordó a la madre de Dominga y Felicidad, Baltasara Crespo.
“Siempre está el dolor de la ausencia porque esa pobre madre sigue llorando a sus hijas que no están”, se lamentó Bringas al tiempo que agradeció el homenaje hecho en el barrio Los Cachorros. “Es muy duro el recuerdo pero al mismo tiempo es extraordinario que desde el Estado dejen esta marca de memoria”, cerró Bringas.