Emotivo homenaje a dos hermanas de Del Viso desaparecidas en la dictadura

Dominga y Felicidad Abadía Crespo trabajaban en una fábrica de porcelana en Villa Adelina. Buscaban mejoras salariales y fueron raptadas por los militares el 2 de noviembre de 1977. Tras 35 años de búsqueda, desde ayer dos calles de esa localidad llevan sus nombres. Testimonios de quienes las conocieron y las recuerdan.

En el marco de la conmemoración de la Semana de la Memoria, a 35 años del terrorismo de Estado que sumergió al país en la peor de las tragedias, Pilar hizo su homenaje a dos hermanas que fueron secuestradas y desaparecidas en Del Viso.
Dominga y Felicidad Abadía Crespo vivían en esa localidad junto a sus padres, trabajaban en una fábrica de porcelana –Lozadur – en Villa Adelina y por esos días reclamaban mejoras salariales. El 2 de noviembre de 1977 fueron raptadas por las fuerzas militares y desde ese día nuca más se supo nada de ellas.
Ya son 35 años de dolor, angustia e incertidumbre, pero que en Pilar esas sensaciones se transformaron en recuerdo, homenaje y búsqueda de verdad, memoria y justicia. Es que tras la investigación que los alumnos de la Escuela Nº 24 de Alberti hicieron sobre el caso de las hermanas Abadía Crespo, desde la comuna se decidió imponer el nombre de ambas en dos calles del barrio Los Cachorros.
El acto de imposición de nombre se concretó ayer por la mañana y contó con la presencia de amigos, allegados y vecinos de la familia Abadía Crespo.
Marcelo Mendoza, titular de la Oficina de Derechos Humanos de Pilar rememoró que la familia Abadía Crespo “llegó al país tras escapar de la dictadura franquista en España y lamentablemente en Argentina encontraron la misma historia”.
Dominga tenía 27 años y Felicidad 25 cuando fueron secuestradas y después de ese episodio la familia se desvaneció. En la actualidad, contó Mendoza, la madre de ambas se refugió en Europa, el padre falleció al igual que quien era la pareja de Felicidad.
“El que era novio de Felicidad cuentan que nunca pudo reponerse de la situación y dicen que murió de tristeza”, se lamentó Mendoza al tiempo que contó que quien fue pareja de Dominga, Fernando Herrera, “estuvo muy golpeado por la situación pero es quien participa activamente de los homenajes”.
Sin olvido, sin perdón y con el deseo intacto de memoria, verdad y justicia, ayer se mezclaron las anécdotas y los recuerdos de quienes conocieron a las hermanas Abadía Crespo, dos mujeres que están presentes… ahora y siempre.