Se baña con una manguera en el patio porque no le sube agua al tanque

Por la baja presión del fluido sólo le llega a las mangueras del parque. Tampoco puede usar los inodoros, lavar la ropa o la vajilla. Dice que sufre problemas de salud por acarrear baldes y quiere que Sudamericana, la empresa que presta el servicio, la indemnice.

La mujer vive en el barrio El Tropiano, en la calle Salta, en el centro de Pilar, y desde hace casi 20 días no tiene agua en la casa.

Pese a las promesas de normalización del servicio por parte de Sudamericana de Aguas, los problemas para algunas personas por la falta de agua siguen.
Es el caso de María Amelia Sanseau, que desde el 23 de diciembre debe acudir a métodos casi coloniales para poder bañarse, lavar la ropa o la vajilla.
La mujer vive en el barrio El Tropiano, en la calle Salta, en el centro de Pilar, y desde hace casi 20 días no tiene agua en la casa. Ni una gota. El fluido llega a la puerta, y merced a una manguera puede bañarse, sentada en una silla de plástico y vestida, o lavar a mano la ropa liviana. Pero el fluido llega con tan poco fuerza que no sube.
No puede usar los baños (usa baldazos de agua para los inodoros), y ni hablar de prender el lavarropas o lavar los platos en la cocina.
“No puedo creer que desde hace tanto tiempo que tengo este problema y nadie viene a solucionármelo. Hice en total 4 reclamos, 2 por teléfono y 2 en persona, pero todo sigue igual. Lo único es que una vez vinieron, reemplazaron un caño y durante unas horas una línea de agua parecía querer subir, pero no”, relató Sanseau, sin perder el humor, incluso jugando con su apellido, que en francés significa “sin agua”.
“Para bañarme tengo que manguerearme en el patio de casa, con todos los contratiempos que eso trae aparejados, y me perjudicaron las Fiestas, ya que había invitado gente a casa y de hecho había pospuesto mis vacaciones, pero acá no puede venir nadie, así no se puede vivir”, añadió en diálogo con www.pilardetodos.com.ar
La mujer, además, sufre de un problema de dolor crónico en la columna por una dolencia aún no diagnosticada. De hecho, necesitó de 3 meses de kinesiología para poder moverse con normalidad. Pero el problema del agua la obligó a trasladar pesados baldes desde el patio hacia el interior de la casa, lo que le generó nuevamente intensos dolores.
“Yo quise ir a las dos marchas que hicieron los vecinos (por las movilizaciones que otros damnificados hicieron en la puerta Sudamericana), pero estaba postrada”, se indignó.
La mujer, ahora, no sólo pretende que “de inmediato” Sudamericana resuelva el problema, sino que además la indemnicen por los daños ocasionados por haberle alterado el normal desarrollo de su vida cotidiana.
“Quiero un resarcimiento económico y que el agua funcione. Hay vecinos que instalan bombas propias, porque la red está colapsada, pero esa no es al solución. Yo pago un servicio y quiero que se me respete”, cerró.