Calles de Del Viso llevarán el nombre de dos hermanas desaparecidas

Se trata de Dominga y Felicidad Abadía Crespo. Fueron secuestradas en noviembre de 1977 y hasta ahora se desconoce su destino. La designación la promovieron alumnos de una escuela de esa localidad, luego de una jornada de reflexión por la Noche de los Lápices.

La reconstrucción de la historia de Dominga y Felicidad Abadía Crespo corrió por cuenta de la abogada Lorena Lescano.

Alumnos de una escuela de Del Viso elevaron la semana pasada un proyecto para designar a dos calles de Los Cachorros, en Del Viso, con el nombre de dos desaparecidas.
El tema fue recogido por la dirección de Derechos Humanos y enviado al HCD, en donde se analizará para su aprobación definitiva.
Las calles pasarán a llamarse Dominga Abadía Crespo y Felicidad Abadía Crespo, dos vecinas de Del Viso que fueron secuestradas por grupos de tareas de militares en noviembre de 1977. Desde ese momento nada se sabe de ellas y permanecen como desaparecidas.
La iniciativa, que proviene de alumnos de una escuela secundaria, se produjo después de una jornada de reflexión al recordarse un nuevo aniversario de la Noche de los Lápices.
La investigación
La reconstrucción de la historia de Dominga y Felicidad Abadía Crespo corrió por cuenta de la abogada Lorena Lescano, quien viene promoviendo una minuciosa investigación sobre la identidad de los desaparecidos de Pilar.
De hecho Lescano tiene dos sitios on line en donde se puede ver su trabajo: desaparecidospilar.com.ar y masacredefatima.com.ar, y desde donde se obtuvieron las fotos para ilustrar esta nota.
Dominga y Felicidad tenían 27 y 25 años al momento del secuestro, que se produjo el 2 de noviembre de 1977, en su casa de la calle 9 de Julio 830, de Del Viso.
Ambas trabajaban en la fábrica de cerámica Lozadur, de Bella Vista, en momentos en que se había producido un conflicto gremial por aumentos de salarios.
Esa noche, precisamente a las 13:45, un grupo de tareas se las llevó, en el marco de una operación concretada por asesinos de la Escuela de Comunicaciones de Campo de Mayo.
Las hermanas nunca más aparecieron, junto a otra decena de trabajadores de Lozadur, que también habían reclamado por mejores salarios.