Prescribe la causa del vigilador que atropelló a nene en un country
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Walter Juan, padre de la víctima. |
Después de una trama digna de novela policial, que incluyó intercambio de cadáveres, exámenes de ADN truchos y la renuncia de un juez, ayer prescribió la causa abierta contra un vigilador privado por atropellar a un niño, sin que se haya podido hacer justicia.
Según relata Walter Juan, padre de la víctima, todo comenzó la noche del 19 de marzo de 2005, cuando Nicolás Juan, de 4 años en aquel momento, fue atropellado por Juan Carlos Díaz, un vigilador del country La Legua, de Pilar, quien manejaba un carro de golf. El chico recibió heridas graves, pero sobrevivió.
"Dos años tardamos en lograr que el caso llegara a juicio oral, pero ese día los abogados del estudio Romano Duffau dijeron que su cliente había muerto, por lo que pedían la suspensión de la audiencia", recuerda Juan.
"Pedimos -agregó- que presentaran las pruebas, y ahí fue todo una vergüenza: nos dieron un certificado de defunción de un NN".
A pesar de eso, el entonces juez de San Isidro, Fernando Ochoa, hizo lugar a ese pedido y comenzó un escándalo que terminó con un enfrentamiento entre el magistrado y el abogado de la familia del nene atropellado, Gregorio Dalbón.
Según sus abogados, Díaz se había tirado de un tren, el supuesto cuerpo estaba desfigurado y no había testigos. La autopsia realizada no adjuntaba ni huellas ni muestras dentales, por lo que la familia Juan solicitó un examen de ADN.
Los resultados del estudio informaron que el cuerpo era de Díaz, pero se descubrió que habían contrastado las muestras con las de un hermano político del custodio, que no tenía ningún lazo de sangre con él.
Tras las repercusiones por el ADN falseado, el juez Ochoa se excusó, el expediente recorrió varios juzgados y cayó en manos de la jueza Emma Prada. En paralelo, a Ochoa se le inició un juicio político, el que evitó presentando la renuncia a su cargo.
Los Juan solicitaron entonces la exhumación del cadáver y entonces el horror fue doble: el cuerpo no sólo no pertenecía al vigilador sino que era de una mujer.
Al día de hoy y luego de 5 años, Díaz continúa prófugo, la causa prescribe y con ella, la posibilidad de que otra familia logre justicia. |
