Ayer por la mañana

Alumnos de una escuela de Peruzzotti homenajearon al Doctor Esteban Maradona

Son de la Media N° 6. El establecimiento lleva el nombre del médico que desarrolló su actividad en el impenetrable chaqueño, atendiendo a los más desprotegidos. De la celebración, en un nuevo aniversario de su nacimiento, participaron su sobrina y su nieta. Descubrieron una placa y repasaron su vida en un documental.

Profesores y alumnos de la Escuela de Educación Media N°6 del barrio Peruzzotti de la localidad de Pilar, homenajearon a abnegado Dr. Maradona.

No es el mismo Maradona que conoce el común de la gente. Y tal vez por esas injusticias de la vida, debería ser tan conocido como “el 10”. Aunque comparten algunas cosas: a los dos los llaman “Dios”. A uno por su habilidad con la pelota y al otro por ser el médico que dedicó su vida a atender a los más desprotegidos en el impenetrable chaqueño; el Doctor Esteban Laureano Maradona. Puede que a uno le hayan hecho más homenajes que al otro, y que del jugador haya más material de archivo que del médico.
Pero así es la historia de los héroes anónimos de la Argentina, a veces hay que rescatarlos del olvido popular y ponerlos en el lugar que se merecen. Y eso es lo que hicieron los alumnos de la Escuela de Educación Media N°6 del barrio Peruzzotti de la localidad de Pilar.
La escuela lleva el nombre del Dr. Esteban Laureano Maradona y el pasado 4 de julio se cumplieron 115 años de su nacimiento. Ayer, la comunidad educativa lo homenajeó con diferentes actividades realizadas por los alumnos. Contaron su historia de sacrificios y de entrega hacia los más necesitados, destacaron los valores de la humildad, solidaridad y altruismo, propios de una persona como Maradona que pasó gran parte de su vida curando a los aborígenes del Chaco, pero también enseñándoles a leer y a escribir.
Con profunda emoción, el director de la escuela, Horacio Canesi contó a Pilar de Todos que la institución “lleva su nombre como estandarte”. Fue acuñado en el año 1996 y reconocido por la Dirección General de Escuelas de la provincia de Buenos Aires en el 2003. Además, destacó que el homenaje realizado por los alumnos contó con un condimento muy especial: la participación de la sobrina y la nieta del propio Esteban Maradona.
“Han venido desde Rosario para participar de este acto en el que además colocamos una placa recordatoria”, señaló Canesi.
La llegada de la familia de Maradona a la escuela fue también parte del intenso trabajo de investigación que encararon los jóvenes alumnos de la Media N°6. “Nosotros sabíamos que en Rosario había familiares del doctor Maradona, y sabíamos que los últimos años de vida los vivió en una casa de esa ciudad, entonces buscamos guías telefónicas, obtuvimos el apellido Maradona y ahí empezamos a llamar y en una de esas comunicaciones dimos con la señora Amelia que es sobrina del doctor”, contó Canesi quien además señaló que con las invitaciones ya cursadas “los chicos de la escuela se sintieron muy sensibilizados por los valores éticos que rescataron del relato de las mujeres”.
Amelia les contó a los jóvenes cómo fueron los últimos años de vida de Maradona. “Pasamos juntos los últimos ocho años de su vida, él ya estaba muy viejito pero siempre rescatamos la vitalidad que poseía… siempre estaba escribiendo, leyendo o dibujando, era una persona muy activa”, recordó con los jóvenes la sobrina del médico.
“Son historias de vida tan hermosas que nos muestran al ser humano profundo y solidario. Uno siempre está en función de los alumnos, nosotros ya estamos formados, tenemos un título y nuestro propósito es que ellos triunfen en la vida”, cerró Canesi.
No está en boca de todos, o sin quererlo sí, pero solo por obra de la homonimia. Pero, sin dudas ahora los más jóvenes aprenderán a admirar al otro Maradona… al que curó, al que entregó su vida a los más necesitados y al que, al igual que al otro, también le llaman Dios. ¿Acaso dar vida no se trata de eso?

Patricia Alba