Opinión
“Acceso a la información pública, la década perdida”
Por Gabriel Lagomarsino*
Cuando un intendente inicia su gestión, puede modelarla “de puertas abiertas”, o desvelarse por impedir que se conozca hasta el más mínimo detalle de su accionar.
Aquella cálida tarde de diciembre de 2003, al escucharlo desde la Plaza 12 de Octubre, pensé que Humberto Zúccaro, quien durante la campaña había sido mi adversario, gobernaría con las “puertas abiertas”. Escuché cómo detallaba la inmensa deuda de 25 millones de pesos con la que recibía las arcas municipales; a los pocos meses, lo escuché decirme que impulsaría el proyecto de ordenanza de libre acceso a la información pública, que le estábamos presentando junto con Pablo Guzmán y Mauricio Dorín.
Me equivoqué. Zúccaro empezó, y aun hoy continúa, sacando conejos de la galera todo el tiempo. Lo rodea una corte de aduladores necesitados del calor del poder, que en cada acto de ilusionismo de nuestro alcalde, aplauden para que nadie vea que en realidad, el rey está desnudo. Por suerte, “la única verdad es la realidad”, y esta máxima aristotélica conocida por todo peronista que se precie de tal, hará que en poco tiempo todos vean que el “traje invisible” no existe, y que en realidad, “el rey está desnudo”.
Hace más de 90 días inicié un expediente administrativo para que la Municipalidad me brinde copia del contrato de concesión de la recolectora de residuos Transur. La Ley de Procedimientos Administrativos de la Provincia de Buenos Aires obliga a la Administración a cumplir con pedidos como el mío en un plazo bastante menor al tiempo transcurrido. Si esa Ley no bastara, ya debió entrar en vigencia la Ordenanza de Acceso a la Información Pública, que luego de 6 años de propuesta, fue finalmente aprobada por el Concejo Deliberante. Pero ninguna norma legal parece bastarle a quien ha hecho de la información un botín guardado bajo 7 llaves. Como dijo por entonces un periodista local, “por más ‘abrete Sésamo’ que gritemos, si del otro lado no hay voluntad, la puerta no se abrirá”.
Así, 8 años de gestión zuccarista sin acceso a la información quedarán sepultados como otra “década perdida”. Una pena que merece hacernos repensar los procesos de selección de candidatos y dirigentes políticos, y la forma en la que éstos interpretan las necesidades de la sociedad.
LOS NUMEROS DE UN FRACASO
Plata quemada
En 8 años de gestión zuccarista, los pilarenses habremos perdido |
2.000 |
millones de pesos de gastos§ |
½ |
Parque Industrial construido desde cero |
6.000 |
nuevos puestos de trabajo de alta calificación † |
§ Proyección a valor presente de los presupuestos de gastos municipales 2003-2011
† Cálculo basado en datos del Ministerio de Economía, Banco Central y estimaciones privadas
*Referente de Encuentro Pilarense y ex candidato a concejal por el Acuerdo Cívico
