lunes 1, marzo 2010

Hay 94 edificios públicos en donde se ofrece 115 servicios educativos

Vuelven a clases 57 mil chicos con falta de vacantes, poco mobiliario y apenas 2 pesos para comer

Unos 3 mil alumnos se quedarán sin lugar. Hay cuatro escuelas con obras paralizadas y faltaría construir cinco más. Pero provincia dice que este año no habrá licitaciones nuevas. Para SUTEBA se necesitan 10 mil pupitres y en los comedores 6 mil chicos almuerzan con 2 pesos por día y 14 mil desayunan y meriendan con un peso.

Escuelas que no se terminan de construir, edificios que no alcanzan para cubrir la creciente demanda de cupos, una alarmante falta de mobiliario y un servicio alimentario clave para muchos alumnos que apenas alcanza para lo básico.

Como todos los años, hoy por la mañana cuando aproximadamente unos 57 mil chicos comiencen las clases en el sistema de educación público, deberán afrontar también un abanico de obstáculos casi endémicos de Pilar, que pese a los esfuerzos y gestiones no logran resolverse.
Escuelas que no se terminan de construir, edificios que no alcanzan para cubrir la creciente demanda de cupos, una alarmante falta de mobiliario y un servicio alimentario clave para muchos alumnos que apenas alcanza para lo básico, son las dificultades que se alzan en el camino que los chicos y docentes deben transitar hacia una buena educación.

Escuelas
La matrícula de Pilar, que aumenta año a año con un ritmo que se pone por arriba del resto de la región, quedará, en cifras estimativas porque todavía se sigue inscribiendo gente, en unos 57 mil pilarenses, unos 2.400 más que el año pasado (eran en 2009 54.600). Además del ritmo de incremento que signa a Pilar (seguido siempre por detrás por la construcción de nuevas escuelas), este año hay otro factor: la asignación universal que otorga el Gobierno Nacional. Una de las condiciones para recibirlo es que los chicos estén escolarizados, lo que empujó la cantidad de inscripciones.
Pero la cantidad de edificios y servicios escolares no alcanza para absorber la demanda. Son 94 establecimientos en donde se ofrecen 115 modalidades de educación, ya sea inicial, básica o secundaria.
Según el SUTEBA de Pilar, este año 1.200 y 1.500 chicos se quedarán sin vacantes en el nivel Inicial, y entre 1.000 y 1.200 en Secundaria. Casi 3000 pilarenses que deberán optar por la educación privada (en el caso que puedan costearla, o migrar a otros distritos en donde se les da prioridad a los que de allí son).
La infraestructura, o la falta de ella en todo caso, es uno de los puntos que, admiten desde el Consejo Escolar, más preocupa. Ese casi centenar de establecimientos debe absorber a los más de 57 mil chicos que comenzarán el lunes. Imposible, se trata de más de 600 alumnos por escuela. Algunas, las menos, doblan esa capacidad, otras apenas la alcanzan.
Hasta hace pocos días había 8 escuelas en proceso de obra, de las cuales 4 ya se terminaron. El resto, deberá comenzar las clases como pueda. Las que se terminaron son la Técnica Nº 1 de Pilar, el Jardín de Infantes 902, la Escuela de Educación Especial 502 de Presidente Derqui y la Escuela Nº 13 de Villa Rosa. En donde no hay fechas ya que los trabajos se paralizaron por falta de fondos son la Escuela 4 de Villa Verde, la Media Nº 9 de Fátima y las escuelas 7 y 27 de Presidente Derqui.
Días atrás el titular de Educación de la Provincia, Mario Oporto, fue lapidario: informó al Consejo Escolar de Pilar que este año no se iban a licitar nuevas escuelas. ¿Y el año que viene? Quién lo sabe.
Para los funcionarios, hoy, harían falta unas 5 escuelas más, sobre todo en el nivel medio de la educación.

Todo por dos pesos
Otro de los puntos que le quita el sueño a los consejeros escolares es el Servicio Alimentario Escolar (SAE), un programa que en muchos casos se constituye en la única posibilidad que tienen varios chicos de acceder a un plato de comida medianamente digno. Pero el magro presupuesto con el que se cuenta para el SAE hace peligrar la cantidad y calidad de los alimentos.
Actualmente, en Pilar unos 6000 chicos almuerzan en la escuela, servicio por el que el Ministerio de Desarrollo Social de la provincia destina 2 pesos por chico. Sí, leyó bien: 2 pesos por plato de comida. Ese dinero apenas alcanza para comprar un alfajor, si se trata de dar ejemplos. “La carne aumentó un 100% y luego se quedó en un 85% de incremento, pero nosotros seguimos recibiendo lo mismo, la verdad que tenemos que hacer malabares para poder mantener la calidad de los alimentos, en donde la buena predisposición de los proveedores es importantísima. Hace pocos días le pagamos octubre, pero del resto del dinero todavía no sabemos nada”, explicó a Pilar de Todos Javier Girado, Presidente del Consejo Escolar de Pilar.
Además de los 6 mil chicos que se alimentan todos los días, hay que sumarle unos 14 mil que reciben un servicio al que se le atribuye el rimbombante nombre de Desayuno Reforzado. Un poco exagerado si sabemos en realidad que se trata de una copa de leche, un trozo de pan (a veces hay facturas, eso sí que es un lujo), y los días de suerte todo untado con manteca y mermelada. Para este servicio la Provincia destina 1 peso por alumnos. ¿En la cabeza de quién puede caber que un desayuno nutritivo (perdón, el término es Reforzado) y de calidad se puede costear con 1 peso? En el de las autoridades provinciales, claro. Girado informó que se están haciendo todas las gestiones necesarias para elevar ese monto, y otra vez volvió a apelar a la buena voluntad de los proveedores.
“Estamos esperando ansiosos a ver qué pasa, por ahora tenemos los mismos cupos que el año pasado, pero también el mismo dinero”, se lamentó Girado.

Pupitres
¿Habrá algún año en donde la falta de mobiliario no sea focos de los reclamos de los docentes, padres y alumnos? Todo parece indicar que no. Según el SUTEBA hacen falta en Pilar unos 10 mil pupitres y mesas para absorber a los chicos. Algunos muebles se rompen, o los rompen, y además, como ya se comentó, la matrícula aumenta, sin pausa.
Para el Consejo Escolar el faltante existe, pero no sería tan drástico: “El número exacto lo vamos a saber cuándo comiencen las clases y sepamos puntualmente la matrícula, pero lo cierto es que sí falta mobiliario y no sabemos si vamos a poder cubrir el 100% del faltante, aunque estimamos que sería mucho menos de la mitad de lo que marcan los gremios, un número que se baja aún más ya que en estos días estamos tramitando la llegada de mesas y sillas”, explicaron desde el Consejo.
Un padre arrastrando a uno de sus hijos al colegio, es imagen repetida. Pero cargando en otra una silla plástica, es demasiado. Pero se da, todos los años.
Los mismos obstáculos, las mismas falencias, y las repetidas fallas de siempre. Un vendaval de circunstancias que empinan y hacen sinuoso un camino que ya de por sí es exigente. El de la educación. A los 57 mil chicos que el lunes deberán retornar a clases…, Suerte.






 
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