Diferencias por el manejo de los fondos

Se quebró la Fundación que iba a ayudar a la Universidad del Pellegrini

El Municipio prefería darle una figura de cooperadora, y que administre dineros y donaciones. Pero no era la intención de todos. Los más afines a la gestión comunal renunciaron y formarán otra entidad.

Cuando recién estaba comenzando a dar sus primeros pasos, sorpresivamente y para muchos de manera inexplicable, se quebró la Fundación que pretendía ayudar para el sostenimiento de la Universidad del Pellegrini.
Casi la mitad de la docena de integrantes de la entidad dimitieron, y podrían formar otra institución, más parecido a una cooperadora.
La Fundación había sido creada para gestionar y apuntalar la llegada de más oferta educativa de nivel terciario a Pilar. De hecho, uno de sus fundadores, Javier Anntonucci, fue el nexo entre el Municipio y la Facultad de Ciencias Económicas.
Si bien el silencio es casi sepulcral, Pilar de Todos pudo saber que las diferencias se habrían suscitado luego de que algunos integrantes de la Fundación (que en las próximas horas ya tendrá personera jurídica) intentaran alejarse de la cuestión de los fondos, una posición que iba en contra de los intereses de los representantes  más afines al Gobierno, que sí tendrían como orden el intervenir en la administración de los dineros.
De hecho, una de las cuestiones que desató la interna habría sido una nota a través de la cual la Municipalidad le pedía a la Fundación unos 600 pupitres para Económicas, además de computadoras, escritorios, proyectores, y otro mobiliario. Todo por un valor cercano a los 500 mil pesos, ya que también había elementos solicitados para las tecnicaturas de la UTN.
Desde los primeros integrantes de la Fundación se comenzaron  buscar mecanismos que le permitan conseguir esos elementos casi sin costo (los iban a hacer con maderas y caños donados y con mano de obra posiblemente de presos que hacen esas labores en penitenciarias de la provincia), pero desde la Comuna adujeron que “los tiempos apremian”, por lo que insistieron con la compra.
“Nosotros no manejamos fondos y nuestra intensión al nacer fue otra, pero no la de todos”, señalaron fuentes cercanas a la Fundación.
Si bien por ahora todos se negaron a hablar con la prensa, Anntonucci, uno de los creadores de la Fundación, admitió que varios integrantes renunciaron, y sólo se remitió a señalar que está trabajando en “reorganizar la entidad”.
Otro de los puntos que no habría convencido a todos, es el hecho de la reciente creación de una tasa especial para solventar el Pellegrini. Es que si bien en principio los fondos, según aseguraba el Municipio, iban a ir a la UBA de Pilar, luego el Concejo Deliberante añadió en su articulado que los fondos son para solventar “servicios educativos” que ofrezca directamente la Comuna o a través de convenios. Es decir, que los dineros podrían ser usados, por ejemplo, para las escuelas municipales u otros talleres de oficio.