Lo pide el Concejal Ramón “Vivi” Fernández

Aumento a los concejales: Zúccaro se despega del tema; pero no lo rechaza

Dijo que “no corresponde” que él hable del tema. Sin embargo, aseguró que en caso de aprobarse la medida por parte del deliberativo “hay plata para pagar” el plus. Aunque deslizó que también la opinión pública va a poder dar su “veredicto”.

Zúccaro prefirió patear la pelota y esquivar el pedido de aumento de dietas de los concejales.

Ambiguo. Sin definiciones certeras. Así se mostró el intendente Humberto Zúccaro cuando se le consultó respecto a la intención de algunos concejales de solicitarle al Ejecutivo, en medio de una crisis que no da tregua, un aumento de sus dietas al aplicarse el plus por antigüedad que rige en la provincia de Buenos Aires.
De hecho, Zúccaro pateó la pelota bien lejos, al menos hasta que el deliberativo decida que pase al campo del intendente, es decir si es que se aprueba el proyecto de resolución que pretende aplicar la suba, en base a una ley provincial (ver http://www.pilardetodos.com.ar/20091003/
bibifernandeznota.html).
“Lo digo con la experiencia de haber sido concejal: ese es un tema del deliberativo en el que yo no me puedo meter. Si el Concejo lo trata y lo aprueba se verá qué se hace, pero no me corresponde opinar sobre las decisiones del Cuerpo (Legislativo)”, respondió Zúccaro al ser consultado por Pilar de Todos.
El proyecto, impulsado por el edil independiente Ramón “Vivi” Fernández, pide que se aplique en Pilar el plus por antigüedad, mecanismo que se autorizó en enero de este año por la legislatura bonaerense, pero que en el distrito no rige.

—Si el HCD lo aprueba, ¿hay plata para poder pagar?—, preguntó Pilar de Todos
—Sí, claro que hay. Es lo que corresponde—, respondió Zúccaro
—Entonces por qué no se aplica desde enero de este año, cuando lo habilitó la legislatura—, replicó este medio.
—Porque todo lleva su tiempo, pero si el Concejo lo decide solicitar, lo estudiaremos y también podrán la sociedad y la opinión pública dar su veredicto—, respondió un sonriente Zúccaro, a sabiendas del mal humor que despierta entre la sociedad que se apliquen subas a los sueldos, y dietas de los funcionarios públicos.