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Una ayuda esencial para seguir creciendo
Un sexto piso del Austral, conquistado por el esfuerzo de madres, empresas y colaboradores
Se está construyendo en el Hospital Universitario una nueva planta, gracias a la ayuda a pacientes que quisieron contribuir con el proyecto. Algunos de los donantes que son el sostén del desarrollo de este centro médico.
 En un año en el que el sistema de salud ha estado golpeado por la crisis económica, el dengue y ahora la Gripe A, es alentador descubrir a personas que no se han paralizado por la incertidumbre y los temores propios de toda crisis. Es el caso de un grupo de médicos, vecinos, empresas y colaboradores que han tomado el desafío de inaugurar un sexto piso en el Hospital Universitario Austral.
La iniciativa cuenta con la construcción de 16 nuevas habitaciones, dos salas de partos, un quirófano, dos habitaciones para partos sin intervención y una Unidad de Medicina Fetal. Este nuevo centro obstétrico se abrirá entre los meses de noviembre y diciembre de este año, para ofrecer una asistencia óptima a las mujeres con embarazos de alto riesgo y a niños con patologías intrauterinas.
“Los proyectos salen adelante porque hay personas que con ilusión y con trabajo los impulsan”, enfatizó Guillermo Barattini, director ejecutivo de Desarrollo Institucional de la Universidad Austral.
Y agregó: “Para disponer de tecnología de vanguardia, profesionales especializados con alta capacitación e infraestructura adecuada, o incluso para atender a personas con escasos recursos económicos, el Hospital necesita del compromiso de la comunidad”.
Carolina Pérez, mamá de Jerónimo y Juan Cruz, pacientes del Hospital Austral, conoció los proyectos que tenía el Hospital y decidió poner una latita en su casa para que entre ella, su marido y sus dos hijos colaboraran con la obras. “Desde el primer momento estuvimos muy agradecidos porque nos trataron como personas individuales en un clima familiar. No como un socio más de las obras. Esto me movió a ayudar”, reconoció con gran franqueza Carolina. “Cada uno ponía en la latita lo que podía, les decíamos a los chicos, este chupetín, no… lo dejamos para el Hospital, o estos caramelos, no… también para el Hospital, y otras veces con privaciones un poco más grandes conseguimos hacer nuestro aporte”.
Carolina quiere seguir ayudando, no solamente con aportes económicos. “Vi, por ejemplo, cómo estaban hechas las bolsitas para guardar los elementos de limpieza de los bebés. Me gustaría poder hacerlas yo desde mi casa, pero todavía no pude hacerme el momento”, contó contenta, con esa mentalidad creativa del que busca nuevas formas de ayudar.
Desde el Hospital se intenta que la búsqueda de fondos no signifique solamente pedir y obtener dinero; para esta Institución es mucho más. Implica encontrar y acercar a la persona para que se identifique con el proyecto y lo sienta propio.
"Todos piensan que es privado y que no necesita apoyo externo"
Julieta Bortoluzzi es otra mamá que conoció el Hospital cuando nació su tercer hijo: “Empecé a colaborar con la construcción del quinto piso de pediatría con el Dr. Ernesto Beruti (jefe del Servicio de Obstetricia), cuando él me preguntó si podía contactar a grandes compañías para que a través de sus planes de responsabilidad social empresaria colaboraran con el proyecto del Hospital, y desde ese momento he movilizado a amigos, contactos que tenía en empresas y familiares”. “Mi familia es una familia de médicos, mi mamá hacía atención hospitalaria y de alguna forma conozco las necesidades que puede tener un centro de salud”, explicó.
Para Julieta es importante apoyar a este tipo de hospitales, porque los estatales siempre tienen aportes gubernamentales o de otros programas de financiamiento político. En cambio, sostiene que el Hospital Austral, al no tener el apoyo económico de una empresa o de una organización que la financie, necesita de la colaboración de todos los que se benefician o apoyan el ideal de este centro de salud. Muy resuelta, Julieta dice que se mudó a Pilar, sabiendo que contaba con un buen hospital cerca de su casa. Para su familia es una tranquilidad tenerlo. “Todos piensan que es privado y que no necesita de apoyo externo, pero la realidad es que sale adelante gracias al aporte de todos nosotros”, terminó.
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