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Un barrio castigado
La inseguridad jaquea a una familia entera: fue asaltada por cuarta vez en el año
Viven en el Barrio Pellegrini. Han sido atacados 4 veces, 3 de ellas en la vía pública. Temen por la integridad de sus hijos más pequeños. Además, se registraron varios casos de robos a viviendas. ¿Zona liberada?
El caso de la familia Miranda es uno más del montón, pero no menos importante, sobre todo para comprender de que hablamos cuando decimos que en Pilar “hay inseguridad”.
Es que, luego de su primer encontronazo con delincuentes en el 2009, los integrantes de esta familia fueron víctimas de tres casos más, uno por mes, como si fuera una cuota para poder vivir, transitar, estudiar y trabajar en este suelo.
Aunque las denuncias se apilan, una tras otra, la prevención parece lejana, como las respuestas a este flagelo que centenares de pilarenses sufren a diario. Mientras que se anuncian planes para combatir la inseguridad, muchos vecinos del distrito preguntan ¿para cuándo?
“Estamos cansados de vivir con miedo, de no poder llevar a los chicos a la escuela tranquilos, y de pensar en todo momento que alguien puede asaltarte en cualquier calle y en cualquier momento”, manifestó Elena Brinkman, madre de seis chicos, tres de ellos víctimas de asaltos. Es que, luego de tres asaltos en los meses de enero y febrero, hoy su hijo de 16 años fue víctima de otro atracó, perpetuado a punta de cuchillo por un joven en el Barrio Pellegrini.
Pero no sólo a ellos les tocó vivir esta experiencia, varios vecinos del barrio Pellegrini debieron padecer este infortunio.
A pesar de este y muchos casos más, un barrio rodeado por emprendimientos y barrios privados, paradójicamente, se encuentra “privado” de seguridad. Recordemos que hace cuestión de meses, el mismo ex Jefe de Gabinete de Pilar, Osvaldo Pugliese, sufrió un asalto en su casa ubicado en este mismo barrio. Pero ya no es cuestión de gente con poder, con dinero, sino que se trata de preservar la vida de un hijo, un padre, de un pilarense.
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| Mitre y M. Savio. En este lugar se encuentra un descampado que une Pellegrini con San Alejo, uno de los atajos que utilizan los malvivientes. Desde antaño que se utiliza como via de esacape, ¿Solución? Ninguna. |
Chubut y San Fernando. Otro atajo, esta vez al barrio 9 de Julio de Villa Rosa, aunque se ha denunciado este mecanismo de escape, nunca se ha solucionado el problema. La prevención parece ser el punto más bajo de nuestra distrito. |
Los hechos
Hace años atrás, el segundo hijo del matrimonio Miranda fue asaltado en la calle Chubut, cerca de un descampado que se encuentra en la entrada del, denominado por los vecinos, Barrio Parque Pellegrini III. En esta calle, se han sucedido varios casos de robos, todos ellos con la misma mecánica: los malvivientes esperan a residentes o trabajadores de la zona, les roban en las cercanías del descampado que conecta con el barrio 9 de Julio de Villa Rosa y escapan impunemente por ese páramo del que nadie se hace responsable.
Este año su tercer hijo, Juan Manuel, se disponía a tomar el colectivo que lo llevaba a su trabajo todas las mañanas, sin embargo, fue reducido por dos delincuentes que a punta de pistolas amenazaron al joven para que les entregase sus posesiones, en el mismo lugar en donde habían asaltado a su hermano.
Luego de unas semanas Elena Brinkman, esposa y madre, vivió lo que sus hijos, un delincuente de 18 años con una pistola le robo su cartera a media cuadra de su casa.
También la inseguridad llegó a la vivienda en donde alquilaban los hermanos Miranda, en pleno centro de Pilar, donde un par de malvivientes irrumpieron en la morada y amordazaron y ataron a los jóvenes robándoles pertenecías y dinero en efectivo, y luego a su vecino.
Es claro que los índices no significan nada para esta familia, ya que viven la inseguridad a flor de piel, como le tocó a Miguel de tan sólo 16 años. Luego de asistir a la escuela como todas las mañanas, se dirigía a su casa, y fue interceptado por un joven de mediana edad a caballo que lo amenazó con un cuchillo para que le entregara su celular.
“Familia de laburantes”, como se autodenominan los Miranda, han sido golpeados por la ola de inseguridad que azota a toda la Provincia. Todos los hechos fueron denunciados, así como también lo hicieron los vecinos del lugar, sin embargo parece que no hay forma de prevenir la angustia y el miedo que sufren estas personas.
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