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Fue detenido el martes junto a su madre
Crimen de Rosana Galliano: José Arce dijo no conocer a los testigos que lo incriminaron
El viudo de la mujer fue acusado de ser el presunto instigador del asesinato de su mujer. Ayer declaró durante dos horas en la fiscalía de Campana y reiteró su inocencia. Hoy indagarían a su madre, también presa por los mismos cargos.
 José Arce, el viudo detenido como presunto instigador del crimen de su esposa, Rosana Galliano, negó haber encargado el homicidio y afirmó que no conoce a los testigos que dijeron que pagó para que se ejecutara.
Arce (53) declaró ayer durante dos horas ante el fiscal de Zárate- Campana Marcelo Pernici acusado de homicidio agravado por el vínculo y al igual que en sus anteriores indagatorias aseguró ser "inocente" y que no tuvo nada que ver con el asesinato de su mujer.
Cuando el fiscal le mencionó al acusado los nombres de los testigos que lo incriminaron en el expediente, "José no conocía a ninguno", afirmó tras la indagatoria en la fiscalía su abogado defensor, Ramiro Rúa.
"Ninguno de esos testigos es preciso ni claro en cuanto a cómo fue el pago o cuánto se pago. Algunos dicen veinte mil, otros cinco mil, otros doscientos mil dólares. Digamos que son testimonios bastante irrelevantes, no se les puede dar ningún tipo de crédito porque no son directos, son de gente que dice haber escuchado", afirmó Rúa.
Sin embargo, hay una testigo que declaró ante el fiscal que presenció una reunión entre Arce; su madre, Elsa Aguilar -acusada de haber financiado el crimen- y Gabriel Leguizamón, sindicado como autor material del hecho.
Según el escrito, la mujer escuchó cómo Leguizamón pedía un arma a través de un Nextel, luego se reunió con Arce y su madre y en el cierre de ese encuentro el viudo dijo: "Bueno, ya está todo arreglado, ya está todo listo".
De acuerdo con Rúa, "Arce negó haber estado presente en cualquier tipo de pago" y a su entender, "ningún testigo lo certificó" cuando declararon ante Pernici.
Sobre la relación que mantenía con los hermanos Leguizamón, Arce explicó al fiscal que "era una vinculación a través del taller mecánico (de ambos), que se fue generando en una especie de amistad", dijo Rúa.
Agregó que "la relación de Gabriel y Pablo con Rosana quedó muy clara en la declaración de José. Ella concurría al domicilio de Gabriel y era amiga de Luciana, su esposa, que por trascendidos en los medios habría involucrado a su esposo, situación que no es tan así".
Tras el interrogatorio, el fiscal debe ahora definir si dicta la prisión preventiva de Arce, pero mientras tanto el acusado regresó detenido a la seccional primera de Campana.
Sin embargo, su abogado ya solicitó que lo trasladen a una comisaría de Del Viso o a la Unidad 41 de Campana para que a sus familiares les sea más accesible visitarlo y porque es un penal para mayores de 50 años.
Declara la madre
Para hoy está previsto que declaren la madre del viudo y Pablo Leguizamón, mientras que el viernes lo hará Gabriel Leguizamón; los hermanos estarán asistidos por la abogada Mónica Chirivín.
Por otra parte, el fiscal Pernici aseguró que existen "elementos suficientes" para creer que Arce, su madre y los Leguizamón participaron del homicidio y que pidió que fueran detenidos porque temía que pudieran "alterar rastros".
"Hay tres mil fojas en el expediente y hay un conjunto de situaciones que, para esta altura del proceso, son suficientes como para solicitar la detención de estas personas", dijo el fiscal.
Además, Pernici explicó que las detenciones de los acusados fueron requeridas ahora porque "existían elementos como para suponer que podían alterar rastros o ponerse de acuerdo con terceras personas" para borrarlos.
Pernici explicó que la situación del viudo y del resto de los detenidos cambió drásticamente en los últimos meses debido a la declaración de al menos dos testigos que los vincularon al crimen.
También se sumó el hallazgo de vainas y plomos iguales a los encontrados en el cuerpo de la víctima.
En un allanamiento realizado a comienzos de año en un descampado vecino a la casa de los Leguizamón, la Policía encontró cápsulas servidas del mismo calibre, 11.25, y de la misma marca que los proyectiles utilizados para ejecutar a Galliano.
Luego, mediante peritajes se determinó que las balas habían sido disparadas con la misma pistola con la que se mató a Rosana, por lo que los pesquisas suponen que los sicarios probaron el arma homicida antes de cometer el crimen.
Por eso, la hipótesis más firme hasta ahora es que Arce les encargó el crimen a los hermanos Leguizamón, uno de los cuales actuó como sicario la noche del 16 de enero de 2008 en la casa de El Remanso, donde había vivido Galliano con su marido.
Siempre según esta línea de investigación, Arce pagó por el asesinato 20.000 dólares, que fueron aportados por su madre.
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