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Un emprendimiento signado por irregularidades
“Pilará no tiene autorización para comercializar el barrio cerrado”
Lo aseguró el abogado de una entidad ambientalista, desde donde presentaron un amparo. Consideran que el barrio daña el medio ambiente. La semana pasada, la Justicia sometió el tema a una audiencia pública.
 El abogado ambientalista Mario Capparelli salió una vez más a golpear al barrio privado Pilará, que se construye en la zona del barrio Carabassa, al asegurar que no tiene permitido “comercializar el emprendimiento”, duramente cuestionado por presuntos daños al medio ambiente.
Capparelli, titular de la Asociación Civil en Defensa de la Calidad de Vida, presentó hace unos dos años un recurso de amparo colectivo, en nombre de vecinos de los barrios aledaños a Pilará, como Carabassa, Los Grillos y San Jorge, en donde acusan al emprendimiento de causar graves alteraciones al medio ambiente, como la alteración de cursos de agua, creación de lagunas artificiales que secan las napas, y movimientos de suelo antirreglamentarios.
La medida, en un primer momento, desembocó en la paralización de parte de las obras, pero luego esa medida fue rectificada.
Sin embargo, el viernes la Justicia sometió la cuestión a una audiencia pública, en la que el emprendimiento se habría comprometido a revertir parte del daño ambiental que causaría.
“Por obra y gracia de los abogados de Pilará se desnatularizó el reclamo, pero la Justicia algún día llega”, festejó Capparelli, al referirse al compromiso que habría tomado la urbanizadora de corregir aquellas cuestiones que impactarían de manera negativa en el ambiente.
En ese sentido, Capparelli adelantó que un equipo de especialistas de la entidad presentará un escrito con el detalle de aquellas cuestiones que ellos consideran dañinas a la ecología.
Sin embargo, Capparelli fue más allá y denunció que Pilará no tiene autorización de provincia para comercializar el barrio, ya que, según el letrado, no habría cumplimentado con toda la documentación requerida.
“No se puede hacer un obra que puede causar daño ambiental, sin tener todas las autorizaciones aprobadas, documentación que luego se debe poner a disposición pública. Y presentar con el estudio de impacto ambiental, para cuestionarlas con dictámenes técnicos. Lejos está de cumplirse la Ley, se hicieron las obras y no se pidió autorización a nadie. De hecho el Organismo Provincial para el Desarrollo Sustentable (OPDS) me contestó una carta documento diciéndome que Pilará no está autorizado para comercializar este emprendimiento como barrio privado, porque no hay Decreto como dice la Ley”, atacó.
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