Análisis
Día Internacional del Agua
Se podría empezar este texto, explicando por qué el 22 de marzo es el día Internacional del Agua, qué objetivos se propone el establecimiento de esta fecha, quién lo determinó, etc.
Pero la realidad pasa por otro lado. Hoy sabemos que dentro de nuestro distrito gran parte de su población carece del servicio de agua potable…
María Rosa Batalla
Lic. en Información Ambiental
Se podría empezar este texto, explicando por qué el 22 de marzo es el día Internacional del Agua, qué objetivos se propone el establecimiento de esta fecha, quién lo determinó, etc.
Pero la realidad pasa por otro lado. Hoy sabemos que dentro de nuestro distrito gran parte de su población carece del servicio de agua potable.
Todos sabemos que existe una empresa concesionaria del servicio de agua potable, pero también sabemos que prefiere extenderlo a aquellos barrios en los que se cuenta con la certeza de que la cuota bimestral será abonada por el cliente. Es decir que nos encontramos ante la desnaturalización de un bien social. Pues la mayoría de los habitantes de Pilar no tiene acceso al derecho elemental de agua potable.
Mucho se ha hablado sobre la formación de un ente de control de la empresaria prestadora del servicio, pero a la fecha no se ha implementado el funcionamiento de este ente. Es una deuda pendiente más.
La contaminación de las napas es a la vez una amenaza para los reservorios de agua dulce.
Por otro lado, los cursos de agua que surcan nuestro partido (Río Luján, los arroyos Burgueño, Pinazo, Larena) conllevan la sobrecarga de una industria que no ha tenido en cuenta el costo social ambiental. Muchas empresas contaminan arrojando efluentes sin tratar a los ríos y arroyos. De esta manera evitan el costo de esos tratamientos, pero los costos ambientales finalmente los termina pagando la gente. Toda la sociedad se perjudica. Mientras, la ganancia sólo llega a unos pocos.
Se avalan excepciones a la legislación vigente y se autoriza a depredar humedales o modificar cursos de agua o líneas de ribera, en nombre del progreso o vaya uno a saber de qué intereses.
Son numerosas las denuncias en este sentido que se presentaron y que a la fecha no han tenido respuesta ni rectificación dentro de nuestro partido.
El estado no puede mantenerse ausente. Como parte de una auténtica política ambiental, que refleje una voluntad de cambio, los estados deben controlar y exigir el cumplimiento de las normas. Pero no sólo eso, sino que también debe velar para que los costos ambientales de la producción los paguen quienes los producen. La sociedad no puede ni debe afrontarlos.
Las tendencias que se vislumbran en materia de reservas de agua potable, a escala mundial, nos alertan: las guerras de fin de este siglo pueden llegar a ser por la obtención de este valiosísimo recurso.
Hoy la sequía no es tema relevante pero es hora de actuar en el mediano y largo plazo.
Todos los habitantes tienen derecho a agua potable, más allá de la rentabilidad de la empresa concesionaria. No puede ser un lujo sólo para unos pocos. La calidad del agua para consumo humano se relaciona directamente con la calidad de vida y la salud de la población. Lo lamentable es que a veces verdades tan evidentes sean una materia pendiente para tantos habitantes.
Defender el agua es defender el derecho a la salud, es preservar nuestros ríos, arroyos y humedales. Pero lo que es un derecho de todos, es a la vez un deber de quienes ostentan la responsabilidad que les ha conferido la voluntad popular.
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